Ante
miles en la plaza de San Pedro el Papa enseña a reconocer los frutos eucarísticos
Segunda
catequesis de Francisco sobre el sacramento de la Eucaristía. 'Vamos a misa
porque nos sentimos pecadores'
Niños,
jóvenes, familias, ancianos, sacerdotes, religiosas, consagrados y obispos. Una
verdadera representación de la Iglesia universal reunida cada miércoles en la
emblemática plaza de san Pedro para escuchar y sentir la cercanía del Santo
Padre.
A pesar de estar en plena estación invernal, las bajas
temperaturas no desaniman a los fieles y peregrinos venidos de todas las partes
del mundo para vivir la audiencia general en primera persona. En el recorrido
de Francisco sobre el papamóvil, como es habitual, se detiene a bendecir a los
niños, a saludar e incluso se bajó del jeep para charlar y escuchar cantar a un
grupo de escolares que se encontraban en las primeras filas.
En la serie de catequesis que el Santo Padre está dando
sobre los sacramentos, esta mañana ha continuado con la Eucaristía, tema
iniciado la semana pasada. En el resumen hecho por el Papa hablando en español
ha explicado:
"Nos preguntamos qué relación tiene la Eucaristía con
nuestra vida. Hay algunos indicadores concretos que nos ayudan en este sentido.
Si
vivimos bien la Eucaristía un indicador es: ¿Cómo nos relacionamos con los
demás? A Jesús le gustaba estar con la gente, compartir sus anhelos, los
problemas y preocupaciones. En la Santa Misa nos encontramos con muchas
personas, pero ¿las vemos en verdad como hermanos y hermanas? ¿La Eucaristía
nos lleva a salir al encuentro de los pobres, de los enfermos, de los
marginados, viendo en ellos el rostro de Jesús? O más bien cuando salimos de
Misa criticamos a uno, al otro, de cómo estaba vestido, de esto o aquello.
Un
segundo indicador es sentirnos perdonados e impulsados a perdonar. Quien
celebra la Eucaristía no lo hace porque sea mejor que los demás. Todos somos
pecadores. Y si uno no se siente pecador es mejor que no vaya a Misa, porque el
primer acto que hacemos cuando entramos a Misa es decir confieso que soy
pecador y pedir perdón por los pecados. Si no lo siente no va a vivir bien la
Eucaristía.
Y un último indicador es la coherencia entre la liturgia y la vida
de nuestras comunidades. La Eucaristía no es un mero recuerdo de algunos dichos
de Jesús. Es la obra y el don de Cristo presente allí que sale a nuestro
encuentro y nos alimenta con su Palabra y con su vida".
A continuación, ha saludado a los peregrinos de lengua
española "en particular a los miembros de la Hermandad matriz de Nuestra
Señora del Rocío, acompañados por el obispo de Huelva, así como a los demás
grupos provenientes de España, Argentina, México y otros países
latinoamericanos. Invito a todos a vivir la Eucaristía con espíritu de fe y de
oración, sabiendo que quien come el cuerpo de Cristo y toma su sangre tendrá la
vida eterna. Muchas gracias".
Un saludo especial ha dedicado también esta mañana a los peregrinos
checos y a los cardenales y los obispos de la República Checa en Visita Ad
Limina. "Queridos hermanos llevad mi saludo a vuestros sacerdotes, a los
religiosos y a las religiosas y a los fieles y laicos. Aseguro mi oración por
vosotros y por aquellos que el Señor ha confiado a vuestro cuidado
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