Empezamos hoy el tiempo de cuaresma, tiempo litúrgico fuerte, tiempo espiritual intenso, cuarenta días de camino hacia la Pascua de Cristo, nuestra Pascua.
Queremos, con la ayuda del Espíritu, que sea un tiempo de gracia. Un tiempo de conversión, es decir, de renovación, de rejuvenecimiento, de superación. Tu tiempo para crecer, para ser, para amar.
CRECER: en la fe, en el conocimiento de Cristo, en el desarrollo de las propias capacidades y talentos.
SER: en línea de autenticidad humana y cristiana. Ser más humanos quiere decir más libres, más responsables, más justos y solidarios. Ser más cristianos quiere decir ser más conscientes y consecuentes de lo que confesamos y creemos, estar más compenetrados con los criterios y actitudes de Jesucristo, identificarnos más con él.
AMAR: porque éste es el verdadero camino para el crecimiento y la vivencia cristiana. Somos y creemos en la medida que amamos. Y amar significa compartir, servir, entregarse. Es un camino que nunca acabamos de recorrer.
CONVERTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO
Al recibir hoy la ceniza escuchamos: Convertíos y creed en el Evangelio.
CONVERTÍOS: Significa dar un giro a nuestra vida, es un cambio de mente y de corazón, un cambio de criterios, sentimientos y actitudes. Es empezar a mirar en otra dirección, empezar a soñar con otros ideales, empezar a sentir de otra manera. Es cambiar totalmente de ritmo y de rumbo: si antes te dirigías al Norte, gira hacia el Sur; si antes te afanabas por los valores consumistas, afánate ahora por los valores de la solidaridad; si antes marchabas de espalda al Evangelio, camina ahora de frente hacia el Evangelio de Jesucristo.
CREED EL EVANGELIO: Es una llamada a la fe viva y comprometida, un aceptar los valores del Reino, un seguir de cerca los pasos de Jesús. Esta Cuaresma vamos a caminar mirando siempre a Cristo. Seguiremos sus pasos, nos pondremos bien cerca para escuchar sus palabras, para adquirir un estilo, para conformarnos en todo con él.
Vamos a leer más y mejor el evangelio. El retrato que nos hace de Jesús es muy distinto del nuestro. Nos preguntaremos qué es lo que Jesús creía, qué es lo que esperaba, qué es lo que Jesús hacía, qué es lo que amaba. Nos preguntaremos quiénes eran los predilectos de Jesús y qué es lo que más le molestaba, qué enseñaba a la gente y de qué hablaba con los discípulos, qué hacía cuando estaba sólo. Y nos preguntaremos sobre el sentido de su entrega y de su muerte.
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