martes, 14 de octubre de 2008

¡Estamos muriendo!

Somos cristianos, miembros de una gran familia que se extiende por todo el mundo, y como los medios de comunicación social parece que no se hacen eco de estas noticias, pues aquí os ofrezco la dramática situación que están viviendo hermanos nuestros de Irak.
“¡Estamos muriendo!” es el trágico llamamiento de los cristianos de Mosul (Irak), que en las últimas semanas han vuelto a ser objetivo de una dramática ola de violencia. Personas de la ciudad iraqui “han dicho que no tienen palabras para definir lo que está sucediendo, si no se trata de un exterminio”.
Nosotros estamos muriendo, me han dicho, y es necesario que nuestra voz sea escuchada”.
Las familias que aún quedan en Mosul, denuncia, “no tienen dinero para huir, no sabrían adónde ir, y así se quedan encerradas en casa a esperar. Es una situación terrible, quizás nunca antes de ahora, la comunidad cristiana de Mosul ha vivido tal periodo de terror. Quien quiere instaurar el estado islámico en Irak con capital en Mosul, quiere que la ciudad no tenga siquiera un cristiano entre sus habitantes”.
Monseñor Philip Najim, Procurador de la Iglesia Caldea ante la Santa Sede, ha referido que “grupos armados penetran en el barrio donde viven los cristianos y asesinan a quienes encuentran en la misma calle”.
“Son homicidios a sangre fría llevados a cabo a la luz del día y ante decenas de testigos, como si estos grupos quisieran demostrar que pueden obrar impunemente, controlar la ciudad”, observó.
El objetivo es, claramente, sembrar el terror para completar la obra de vaciar a la ciudad de su antiquísima población cristiana, que comenzó hace ya años”.
A estas violencias se añade la cancelación del artículo 50 de la ley que fija las reglas para las próximas elecciones de los consejos provinciales, que en su primera redacción garantizaban la representación de las minorías en estos Consejos.
“¿Por qué, ésta es la pregunta que hacemos al mundo, los cristianos iraquíes deben sufrir estos ataques? -preguntó el prelado-. ¿Por qué nos matan y nos niegan nuestros derechos?”.
Pedimos el respeto de estos últimos, sostiene monseñor Najim, “es un deber”, porque los cristianos pertenecen a una minoría pero representan “una parte importante de la historia del país que siempre se ha caracterizado por la coexistencia entre los diversos componentes de su tejido social”.
“No pedimos más que lo que nos toca -declaró-: los derechos que se nos deben garantizar naturalmente en cuanto ciudadanos iraquíes” porque “no hay paz sin respeto a la vida humana”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de leer este árticulo uno siente rabia e impotencia. Que injusto es lo que está viviendo la comunidad cristiana y no sólo es allí en otros muchos lugares. Pensamos que nada podemos hacer porque es una guerra pero no podemos quedarnos con las manos cruzadas.
La única arma que tenemos es la oración. Yo os invito a rezar por todas aquellas personas que estan sufriendo la persecución y la muerte. Que a través de la oración nos sintamos unidos a ellos y a su sufrimiento pues son hermanos nuestros en Cristo.
Todos los que sabemos del Amor de Dios y de su Misericordia pidamos para que interceda en aquellos paises y poco a poco puedan seguir viviendo en sus tierras con sus creencias religiosas.
Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Si oración, hay que rezar pero en primer lugar por los gobernantes, que de lo único que se preocupan es de sentarse en mesas grandes donde no tratan problemas de este mundo, lo único que hacen es discutir titulos y cargos.
Yo tambien tengo un sueño como decía Luther King,el dia en que los hombres y mujeres comprendan que estan hechos para vivir juntos en fraternidad y las personas sean juzgadas por el contenido de su personalidad, no por el color de la piel, religion o condicion social.
El problemas está en las personas que se sientan en esas mesas.
Ana

Anónimo dijo...

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