domingo, 26 de octubre de 2008

Cadena de oración

Hola a todos los lectores del blog de la parroquia Sta. Bárbara de Benizar. Desde ella os invitamos a todos los cristianos orantes a dirigir nuestra oración a Dios por un caso en concreto.
Esta tarde en el Buzón de oración de septiembre, de este blog, hemos recibido la petición de Magdalena por un sobrino suyo que tiene leucemia. El niño vive en USA, tiene 10 años. Podéis informaros más sobre su petición entrando en archivo/septiembre/ Buzón de oración.
Desde la parroquia ya hemos comenzado nuestra oración por Adrian, que así se llama el niño. Unamos nuestra suplica formando esta cadena de oración por él.

Días de lluvia en Benizar

miércoles, 22 de octubre de 2008

Reflexión para ti

LA HORA DE ARRIESGAR

Hoy se valora tanto la seguridad… personal y colectiva. Todo tiene que ser fiable, ofrecer garantías… Lo mismo da si es lo que compro o lo que uso, que si hablo de las opciones que voy tomando. Tengo una tendencia irrefrenable a querer tener todas las respuestas antes de avanzar. “¿Qué pasará?” “¿Y si ocurre esto o lo otro?” “No vaya a ser que algo falle, o que me quede a la intemperie, o que algo se escape de los cálculos y las previsiones…”. Y, sin embargo, creo que es una necedad el pretender tenerlo todo atado y bien atado siempre. Hay momentos en que toca arriesgar, caminar sobre el alambre, adentrarse por caminos que no sabes a dónde conducen y salirse del guión.

RIESGOS
“Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor” (Sal 27)

Mi propia historia me va enseñando que muchas veces ha sido el saltar al vacío, sin saber muy bien lo que me iba a encontrar, lo que me ha ayudado a crecer y a vivir con más plenitud. Si me dejase llevar por los miedos, nunca daría un paso. Siempre estaría esperando a tenerlo todo claro (¿y cuándo es eso?) Es sutil la diferencia entre temeridad y valentía, entre el riesgo lúcido y la insensatez… pero hay que intentarlo a veces. Muchas decisiones vitales tienen que jugarse en ese difícil equilibrio: lo que sueñas ser en la vida, los estudios que vas a hacer, las relaciones personales por las que apuestas, lo que uno está dispuesto a decir y a callar, los proyectos que hay que acometer, las realidades que estoy dispuesto a conocer… A menudo tengo que soltarme de las seguridades, y atreverme a intentar lo nuevo.

¿Alguna vez me lanzo por terrenos no conocidos?¿Mi fe me lleva a correr riesgos?

SEGURIDADES
“El señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El señor es el baluarte de mi vida, ¿de quién me asustaré?” (Sal 27)

Nadie garantiza que todo me vaya a salir bien, que tras la osadía siempre venga un premio o que los intentos conduzcan infaliblemente al éxito. A veces meteré la pata (a menudo), y otras me daré un buen golpe. En ocasiones quedaré un poco expuesto, quizás vulnerable; y otras, al contrario, los riesgos traerán su dosis de acierto y resultados. Pero de todo se puede aprender. La clave no es tener muchas seguridades ni certezas, sino unas pocas, pero sólidas. ¿Dónde encontrarlas? En la gente cercana en quien uno confía y por quien apuesta con los ojos cerrados. En las propias capacidades, que no hay que negar, y bien usadas son talentos que Dios nos ha dado para construir Reino. Y, sobre todo, en ese Dios que, al final, sigue inspirando y susurrándonos una palabra de aliento y pasión.

¿Cuáles son mis seguridades en este momento de la vida?
(Reflexión tomada de pastoralsj.org)

sábado, 18 de octubre de 2008

Video por el DOMUND

martes, 14 de octubre de 2008

¡Estamos muriendo!

Somos cristianos, miembros de una gran familia que se extiende por todo el mundo, y como los medios de comunicación social parece que no se hacen eco de estas noticias, pues aquí os ofrezco la dramática situación que están viviendo hermanos nuestros de Irak.
“¡Estamos muriendo!” es el trágico llamamiento de los cristianos de Mosul (Irak), que en las últimas semanas han vuelto a ser objetivo de una dramática ola de violencia. Personas de la ciudad iraqui “han dicho que no tienen palabras para definir lo que está sucediendo, si no se trata de un exterminio”.
Nosotros estamos muriendo, me han dicho, y es necesario que nuestra voz sea escuchada”.
Las familias que aún quedan en Mosul, denuncia, “no tienen dinero para huir, no sabrían adónde ir, y así se quedan encerradas en casa a esperar. Es una situación terrible, quizás nunca antes de ahora, la comunidad cristiana de Mosul ha vivido tal periodo de terror. Quien quiere instaurar el estado islámico en Irak con capital en Mosul, quiere que la ciudad no tenga siquiera un cristiano entre sus habitantes”.
Monseñor Philip Najim, Procurador de la Iglesia Caldea ante la Santa Sede, ha referido que “grupos armados penetran en el barrio donde viven los cristianos y asesinan a quienes encuentran en la misma calle”.
“Son homicidios a sangre fría llevados a cabo a la luz del día y ante decenas de testigos, como si estos grupos quisieran demostrar que pueden obrar impunemente, controlar la ciudad”, observó.
El objetivo es, claramente, sembrar el terror para completar la obra de vaciar a la ciudad de su antiquísima población cristiana, que comenzó hace ya años”.
A estas violencias se añade la cancelación del artículo 50 de la ley que fija las reglas para las próximas elecciones de los consejos provinciales, que en su primera redacción garantizaban la representación de las minorías en estos Consejos.
“¿Por qué, ésta es la pregunta que hacemos al mundo, los cristianos iraquíes deben sufrir estos ataques? -preguntó el prelado-. ¿Por qué nos matan y nos niegan nuestros derechos?”.
Pedimos el respeto de estos últimos, sostiene monseñor Najim, “es un deber”, porque los cristianos pertenecen a una minoría pero representan “una parte importante de la historia del país que siempre se ha caracterizado por la coexistencia entre los diversos componentes de su tejido social”.
“No pedimos más que lo que nos toca -declaró-: los derechos que se nos deben garantizar naturalmente en cuanto ciudadanos iraquíes” porque “no hay paz sin respeto a la vida humana”.

jueves, 9 de octubre de 2008

Buzón de comentarios



Tu opinión es importante para todos. Aquí seguimos escuchando tus anhelos, tus alegría, tus penas, tus sugerencias, tus ideas... Juntos es todo más fácil.

Buzón de oraciones


Que toda nuestra vida sea una continua oración a Dios dando gracias por los dones con los que nos enriquece, y pidiéndole en nuestra necesidad.
Seguid "velando y orando"

domingo, 5 de octubre de 2008

Reflexión: "Dios en tres tiempos"

Tres tiempos para la vida, como un paso de baile que uno fuera repitiendo en distintas circunstancias. Así son las cosas con Dios –y de paso, a veces, con los otros-. Nos vivimos sedientos, necesitados de Ti, anhelando tu presencia y tu consuelo. En ocasiones apareces y lo transformas todo. Luego te vuelves a ir, es imposible aferrarte, y así, se va trenzando una historia de presencias y silencios, de llamadas y respuestas, de muertes y resurrecciones. Dios, es imposible aferrarte, y sin embargo, estás…

La búsqueda
Tengo sed de ti, Señor. Sed de encuentro, de abrazo, de sentido. En muchas ocasiones no sé dónde andas. Se me va pasando la vida y no sé hacia dónde mirar para encontrarte. Le pregunto a los rostros amigos, a la gente lejana, a los libros, al silencio, a mi corazón “¿Dónde está Dios?” “¿Cómo es?” “¿Qué dice?” Y no siempre hay respuesta. Toca seguir persiguiendo tus pasos, tus huellas, tu promesa. Para que tú llenes un poco mis días, el trabajo, el estudio, la amistad, el amor, para que me fortalezcas en las horas tristes y en los momentos alegres. Para que arrulles, con voz infinita, mis noches…
¿Busco a Dios en mi vida? ¿cómo?

El encuentro
Luego apareces. No sé muy bien cómo. En un rato de oración tranquila, en un texto del evangelio, al cantar una canción cargada de sentido, en una conversación entrañable, en una tarde de fiesta o al leer palabras prestadas que hablan de ti. Apareces con esa manera tan tuya, te revelas en el abrazo que me hace sentir en casa, en los ojos brillantes que me miran cercanos, apareces como buena noticia que me dice que la vida es plena, y que hay que hacerla buena para todos. Y entonces te creo, y todo está bien.
¿Encuentro a Dios alguna vez? ¿Donde?

La partida
Y te vuelves a ir. ¿O soy yo quien se vuelve a alejar? Te me vas un poco, porque esa es tu manera de estar… inspirar sin imponer, acercarte sin abrumar, abrazar sin apresar. Me dejas con algo que hacer (hay quien lo llama misión) –y a veces me quedo contento, y otras me puede de nuevo la añoranza y toca seguir buscándote. Me dejas, me envías, me lanzas, me empujas y me sigues llamando a un tiempo. A anunciar que estás ahí. A proclamar que nos amas. A compartir esa noticia buena que traes para las vidas. A vivir, en definitiva, tu proyecto.
¿Qué cambios provoca la presencia de Dios en mi vida? ¿Me siento enviado a algo?
(Reflexión tomada de pastoralsj.org)

Oración de la semana


Para mí la vida es Cristo

Jesús mío: ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya;
inunda mi alma con tu espíritu y tu vida;
penetra todo mi ser y toma de él posesión
de tal manera que mi vida no sea en adelante
sino una irradiación de la tuya.
Quédate en mi corazón en una unión tan íntima
que las almas que tengan contacto con la mía
puedan sentir en mí tu presencia;
y que al mirarme olviden que yo existo
y no piensen sino en Ti.
Quédate conmigo. Así podré convertirme en luz para los otros.
Esa luz, oh Jesús, vendrá toda de Ti;
ni uno solo de sus rayos será mío.
Te serviré apenas de instrumento
para que Tú ilumines a las almas a través de mí.
Déjame alabarte en la forma que te es más agradable:
llevando mi lámpara encendida
para disipar las sombras en el camino de otras almas.
Déjame predicar tu nombre sin palabras…
Con mi ejemplo, con mi fuerza de atracción
con la sobrenatural influencia de mis obras,
con la fuerza evidente del amor
que mi corazón siente por Ti.
John Henry Newmann