miércoles, 29 de abril de 2009

Desde lo profundo

_¿Cómo puedo saberlo? Yo siempre le pregunto, pero nunca encuentro respuesta.
.
_¿Será que no has comprendido todavía el lenguaje de Dios? Entra en lo profundo de tu corazón.
Explora hasta en el último rincón y allí, en lo más oculto, encontrarás una habitación con la puerta de entrada entre-abierta. No tengas miedo, sigue adelante, entra, y allí lo encontrarás.
.
Quédate junto a Él, muy cerca de Él, a su lado, por un momento. Siente su presencia en ti. Escucha sus palabras... y su proyecto...
.
Y cuando salgas, no cierres la puerta. Deja que el susurro de su voz escale por las cuerdas de tus miedos y desconfianzas. Deja que la llama de su voz arda en tu interior y que su resplandor ilumine tu vivir.
.
Y, cuando creas que se ha vuelto a enmudecer, vuelve de nuevo a su habitación y comprueba si la puerta, por algún motivo, se entornó.
.
Por tanto, querido amigo, no lo busques fuera, no lo busques donde el tiempo todo lo marchita. Búscalo en tu adentro, en el templo donde Él siempre ha querido habitar. Búscalo en ti.

Te busqué Señor
en el silencio de los montes,
en el murmullo de los árboles,
en la música serena de la fuente.
.
Te busqué Señor
en la inocencia de los niños,
en la alegría de los jóvenes,
en la humildad de los mayores.
.
Te busqué, en el silencio, Señor
pero no te encontré
porque mi vida estaba inquieta.
.
Pero ahora te he encontrado Señor.
En mis miedos y mis dudas, te encontré.
Como voz que susurra en mis adentros
y como fuerza que me impulsa
a alzar el vuelo, te encontré.
.
Te he encontrado Señor,
como llama que quema mis agobios y tristezas.
Como luz que ilumina mis cegueras, te encontré.
Como regalo que espera mi respuesta,
que busca en mi interior un: Sí, te quiero Señor.
Manolo
TMGDCC

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Tal vez lo que me pase es que no llego a ese cuarto....o tal vez si haya estado alli pero no consigo entender el lenguaje de Dios. Tal vez mis miedos y desconfianzas sean mayores que el susurro de su voz.Tal vez entorne la puerta al salir.... sin querer, pero entornada queda.
Quiero llegar a ese último rincón, encontrarme contigo, y entenderte, quiero ser capaz de que el susurro de tu voz sea mas fuerte que mis miedos, quiero que la puerta de mi corazón donde tu abitas quede por siempre abierta de par en par. Para que la luz que hay dentro irradie todo mi corazón, todo mi ser, y que aun cuando sienta alejarme de ti te escuche hablar.
Quiero sentirte siempre en mi Señor.Siempre.

Manolo dijo...

Amig@ tú bien dices que has estado allí y ¿no recuerdas como vibraba tu corazón cuando sentías su voz? ¿no te acuerdas como se inundaban tus ojos al descubrir la armonia de su voz? Tú y yo sabemos que si, pero lo mejor: Él también lo sabe.

Por eso, aunque hayas entornado la puerta, sigues escuchando su eco en tu interior.

Solamente recuerda esos momentos en los que sentías esa emoción por estar con él, en los que su voz resultaba más clara que el agua cristalina que corre libre por los arroyos, porque de la misma manera Él quiere llegar a tu vida, como un torrente de agua fresca que arrastre todas tus dudas, toda tu sequedad, y haga de ti una tierra limpia donde pueda brotar el proyecto que tiene preparado para ti.

No tengas prisa, simplemente estate atent@ a su voz, en todos los acontecimientos, en todas las personas, en todos sentimientos. Y siendo consciente de la alegría que cada día te regala: Adora y Confía.

Jesus dijo...

Adora y Confía. Amén.

Anónimo dijo...

Me ha dejado impresionada este comentario, parece que me lo han escrito a mí, describe perfectamente la sensación que invade mi vida ahora.

Creo que mis miedos son tan grandes que ocultan el susurro de Su voz. Supongo que me escudo en que hay muchos ruidos a mí alrededor que me impiden escuchar realmente Su voz.
Parece incongruente pensar que una vez que has sentido su presencia, cuando has notado su abrazo, su Amor, cuando has tenido alguna experiencia de Dios y sabes lo que se siente, nos surjan dudas de que es lo realmente importante. Cuando estás con Él, en su presencia eres feliz y todavía tenemos miedo a fiarnos al cien por cien de Él. Supongo que son los ruidos donde nos vamos escudando para no adentrarnos en nuestro interior, nos da miedo ver lo que hay dentro de nosotros, nos de miedo entrar en ese cuarto, sobre todo porque nos da miedo que Sus proyectos no sean los nuestros. Esto nos descuadra mucho la vida.
Creo que en el fondo, he ido entornando las puertas por temor a que su voz siga resonando en mi interior y siga diciéndome lo que he de hacer. El lenguaje de Dios se va conociendo a medida que vas confiando en Él, a medida que vas teniendo experiencia de Él, que vas teniendo confianza en Él, notas cómo va dirigiendo tus pasos, tu vida, pero nos creemos tan autosuficientes, creemos que lo sabemos todo y que podemos nosotros solos, al final Él nos demuestra que no es así, que nuestra vida sin Él NO ES VIDA.

¿Por qué tengo miedo, si nada es imposible para ti?
¿Por qué tengo dudas, si nada es imposible para Ti?

Anónimo dijo...

Señor, no entiendo nada de lo que está sucediendo.

Manolo dijo...

Gracias por los comentarios a esta pequeña reflexión fruto de la amistad y de la oración. No me lo toméis a mal, pero siempre intentaré dar respuesta a vuestras aportaciones.

¿Por qué nos pasamos la vida corriendo tras el eco de la ansiada felicidad? Detrás de todo eco hay una voz, y detrás de esa voz hay alguien que grita, que habla, que...
Ese eco con la distancia se desvanece, se pierde, se enmudece...Pero ese Alguien sigue encontrándose en el mismo lugar, en el mismo punto desde donde lanzó su voz.
¿Por qué quedarnos con su eco, cuando en más de una ocasión hemos estado junto a él? ¿Acaso no ha vibrado nuestro corazón cuando en esa cercanía hemos escuchado su voz? ¿Es que no hemos sentido FELICIDAD cuando lo hemos escuchado hablar?
Pues no aumentemos la distancia, sino que dejémonos guiar por ese sonido, aparentemente lejano, para llegar de nuevo a descubrir su presencia: la presencia de Dios.
Su voz no se apaga, no se calla, somos nosotros los que la llenamos de distancia.
Por tanto, no tengas miedo, vuelve a caminar hacia él, y a pesar de que tus miedos sean tan grandes que no te dejen escuchar el susurro de su voz o a pesar de que no entiendas nada: CONFÍA en su proyecto.

Anónimo dijo...

En quien no confio es en mí....
y a veces no consigo entender nada... porque Dios quiere algo de mí? porque yo?..... el tiempo dará la respuesta a todo... o al menos eso espero. Algun dia

Anónimo dijo...

En tus días de pasión saliste de nuevo a mi encuentro Señor y en mi silencio, pues no sabia como expresarme y simplemente me callé y te lo ofrecí, desde el monumento me pedías que confiara en ti que te abriera mi corazón y te dejara hacer, pues ahí estabas con nosotros y en mi; miraba tu cruz y sólo me hablaba de entrega pues desde ella me decías que para el amor no debe existir medida. Desbordaste mi corazón y yo te seguía preguntando ¿qué quieres, por qué a mi?, tenía miedo, pero Tú seguías ahí las sensaciones me sobrepasaron hasta que no pude decir otra cosa que AQUÍ ESTOY SEÑOR.


Ahora muchas veces la rutina del día a día eclipsa tu voz y tu luz en mi interior; Señor ayúdame a no dejar que la rutina apague tu voz y tu luz en mi y sea capaz de reflejarla cada día en medio de mi realidad.

MpNr

Manolo dijo...

Amig@ comprendo perfectamente tus sentimientos, tus dudas y tu falta de confianza hacia ti mismo.
Pero precisamente por eso, Dios quiere algo de ti, por tu nada, por tu pequeñez, por tu aparente inutilidad, porque a través de tu "poca cosa" quiere mostrar su grandeza, porque a través de tus limitaciones quiere mostrar su amor ilimitado.
Ahh y no te preocupes, Él conoce todo de ti, incluso aquello que no quieres que se sepa, Él lo sabe. Pero aun así TE AMA y TE BUSCA, y te acepta como eres.
Él no quiere grandes prodigios, por eso no busca heroes. Él quiere el prodigio del Amor diario, sencillo, auténtico, y por eso te busca a ti.
Así que no tengas miedo, porque a pesar de ti mismo, nada hay imposible para Dios.

Manolo dijo...

MpNr
Que sepas que en la rutina de tu vida Él también tiene una frase para ti: AQUÍ ESTOY, NO TEMAS.

Manolo dijo...

Amig@s comentaristas en la sección "radio de la parroquia" os dejo una canción de la Hermana Glenda que quizá os pueda ayudar en vuestra oración. Ya sé que la conocéis, pero quizá las reflexiones os toquen un poco. Ánimo.

Anónimo dijo...

muchas veces, cuando necesito totalmente sacar lo que llevo dentro y compartirlo con El, ansiosa busco el momento de ponerme en su presencia, intento no tener prisa ni preocupaciones, creo que es una de la experiencia mas agradable que he podio sentir, lo dificil es seguir su proyecto, alomejor tengo claro lo que tengo que hacer pero hago oidos sordos pq es dificil. por eso me gusta mucho que opineis en el blog pq de vosotros aprendo. A ti Manolo gracias por estar atento siempre a todo lo que decimos y hacemos

Anónimo dijo...

Hola amig@, al leer tu comentario me he sentido muy identificada, porque me he acordado de todas las veces en las que en mi oración y en mi día a día el Señor me pedía que diera un paso más y muchas veces por comodidad y otras por miedo he mirado a otro lado y he hecho oidos sordos, pero he decirte que antes o después se sale con la suya. Aunque mirara a otro lado, Él poco a poco iba metiendo cuñicas, preparánme, allanando el camino y cuando menos me lo esperaba sólo tenía que mirar más allá de mis narices y decir aquí estoy. Aunque muchas veces no era capaz ni de pronunciar estas palabras.

MpNr